Aferrarme a su sonrisa como un clavo ardiendo. Hundirme en
ella. Desangrarme en ella. Atravesarme el costado con ella. Reventarme el alma.
Romperme en pedazos. Eso quiero. Quiero
que suene a algodón y retumbe en cada hueco de su cuerpo. Que rime de
casualidad su nombre con el mío. Y despierte una mañana durmiendo bajo sus
puentes. Acomodarme a su mirada. Quiero. Morderle las dudas. Quiero. Y proteger
con uñas y dientes este continuo arcoíris donde ella es el ángel y yo solo un
pobre diablo que se le parece.
lunes, 22 de diciembre de 2014
lunes, 15 de diciembre de 2014
.
Hay veces que hay que dejar que salga todo de dentro, como
un río desbordándose, como un mar
interminable. Vaciarte de ese peso que no te deja avanzar, susurrar al viento y
dejarte mecer por sus labios de algodón. Es un mundo veloz y loco, pero yo
escupo al calendario y se me caen los días de las manos. Ojalá lloviera de
verdad y explotásemos todos en la misma dirección. No le hacen falta etiquetas
a la muerte pero asusta menos abrigarse entre unas letras punzantes. No quieras robarle segundos al reloj, estamos
ocultos en las sombras. No quieras disfrazarte, desnúdate. Aprende a dejarte
caer, levantarse es una vasta experiencia. Solo se ven las estrellas desde el
suelo adecuado.
lunes, 8 de diciembre de 2014
Llueve invierno
Como los albores de un golpe perpetuo
todos los charcos
llueven hacia adentro,
la tierra huye
y tú te quedas.
La terquedad de una suave melodía,
el fulgor de un beso apasionado,
descalzar los mañanas
y enterrar los pasados remotos.
Pero no hay excusas que abriguen al invierno,
la realidad solo
existe si otros la llaman
y guarda sus manías
en la parte oscura del armario.
A mí me quedan los planes sin agenda,
el sabor a arcoíris de tu lluvia,
y un hogar oculto entre tus brazos:
Si me abrazas tú, me abraza la vida.
Si me abrazas tú, me abraza la vida.
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