miércoles, 27 de marzo de 2013

Rubbish


Un pasado que remite a las ausencias
Un presente carente de buenas costumbres
Un futuro incierto, como borrado, como escrito
Nada que decir, de vuelta de todo
De vuelta hacia ninguna parte
Porque no nos hayamos ya en ninguna parte
Porque nos quedan más que vasos vacíos
-Que si vemos medio llenos-
Será como mucho de algún licor de baja calidad
Será como mucho una excusa más
Para que volvamos a bebernos nuestras lágrimas
Mientras suena una armónica y Harvest moon
Y las chicas nos sonríen (o se ríen) y se van
Y lo camareros no saben como echarnos
Porque la barra es más nuestra que suya
Porque solo los reyes de la calle
Son los pateados en su puta casa
-Y viceversa-
Y no, no existe el “sueño americano”
No existen las princesas de cuento
Ni los hombres son sus héroes
Ni somos tanto, ni tan poco
Vuela el tiempo, vuela mi coco
“Llamadme enloquecido
-putas-
Nadie nace loco”

Mentiras sinceras



Me basta con mirarte
Y pensarte cada día
Con la ilusión de verte
Aunque sea en los sueños

Me basta con hablarte
Y con callarte los labios
Entre guerras de besos
Y algo de política social

Me basta con (des)esperarte
Sentado en un banco irreal
En un Domingo irreal,
En una mentira real

Me basta con inventarme
Nuestra mesa en el café,
Café que deja un poso
De sexo en cada farola

Me basta con leerte
Como un libro abierto
Pasar los dedos por tus páginas
Llenas de versos libres

Me basta con creer que empiezo
A conocer tus lunares
Como de una constelación
De la que tus manos son la luna

Me basta con mentirte
Y mentirme, diciendo
Que me creo cada frase
Que te acabo de soltar

domingo, 17 de marzo de 2013

Nexo oral

Para que conjuguemos copulativamente o disyuntivamente
pero que nunca dejemos de conjugar

De conjugar el verbo sentir
sentir (nos) cerca, Echar (nos) de menos
y nunca de más

Nunca por favor, nunca
distribuyamos aquí cabeza, allí corazón
aquí tu vida, aquí la de otros, aquí la mía
como si fuésemos una cajonera

No le pongamos a la verdad nunca puntos supensivos
Ni nos descafeinemos entre punto y coma,
ni si quiera en punto y seguido

Para que nos nos separe ninguna coma
mejor le ponemos un punto y final

Instrucciones para caer en el vacío


La condición humana trae un libro de instrucciones

Sabemos que madurar
Es igual que callarse los dolores
Sabemos que un desamor
Se cura con dos canciones
Sabemos que firmamos con Dios un contrato
Sin saber las condiciones
Sabemos que a veces las reglas
Son excepciones
Sabemos que lo mejor de los clásicos
Es sacarles nuevas versiones
Sabemos que en los malos días,
Nos queda “Co-razones”
Sabemos que al final
No nos salva ni un libro de instrucciones

viernes, 15 de marzo de 2013

Nada

No entendíamos nada
Sabíamos todo lo que
Había que saber
Hacíamos todo
Lo que había que hacer
Para ser nada

Inventamos cielos
Lloramos en infiernos
Pusimos valor
A lo incalculable
Poniéndole nombres

Decidimos distinguir
Hombres y mujeres
Blancos y negros
Sembrando dudas
Construyendo muros

Inventamos armas
Inventamos venenos
Y aún seguimos pidiendo
Paz y salud a Dios

Aún seguimos
Inventando el remedio
Para un dolor
 que todavía no existe

Aún seguimos creyendo
Que somos tan importantes
Para decir si quiera
Que somos algo

domingo, 10 de marzo de 2013

Domingo Bonaerense


¿Encontraría a la maga?

 ¿Volvería a verla? No lo se. Miré su foto en mi cartera que me miraba como de forma condescendiente, me la imaginé soltándome” Sos patético, pero siempre me escribís una metáfora de luz en los labios”. Mi mente empezaba a combinar palabras y trucos para poder olvidarla mientras paseaba. Era inútil. Mi osadía ya no tenía límites, me había hecho un religioso de su sonrisa. Me encontraba tan perdido que casi necesitaba un mapa para vagar sin rumbo un ratito más. Tocaba volver a empezar de cero; era tan triste, tan infantil, tan virginal…Que llegaba a ser casi desolador. Era un plácido domingo sin ópera. Parecía más bien como un lunes muy inusual. Era muy improbable encontrarme a la maga por Constitución, pero hubiese pasado la noche en un banco de esta manzana, por verla unos minutos. Pasé al lado de un músico judío de mirada verde, sonaba Tangled up in blue. Me colgué de su armónica y We'll meet again someday on the avenue. Le arrojé 20 pesos y continúe por la avenida. El judío había dejado en mí un rayito de esperanza así que decidí pasar por el Café Vicenzo. Siempre había sido nuestro sitio,a pesar de que la maga lo odiaba. Pensé que nunca entraría en ese café sin mi, pero si, resulta que allá estaba. La maga estaba en la mesa donde siempre nos encontrábamos, fumando un cigarrillo, apurando el Bourbon y con la mirada perdida en algún mundo lejano. Todo parecía seguir en el lugar exacto a como lo habíamos dejado. Era una sensación realmente extraña que me empujó a hacer algo que nunca hago. Me senté con la Maga y sin casi darle tiempo a reaccionar, fui a confesarle cuan le había echado en falta. Sentí que había hecho algo grande y romántico. Pero la Maga era la Maga y tras una mirada indiferente se echó a reír y me dijo como haciéndome un favor:

-Espera a que me termine el pitillo