domingo, 27 de octubre de 2013

Lou Reed



Dejé destapado mi bolígrafo
y pensé que nunca podría volver a escribir
-si me quedo seco-

Entonces,
el mito de los días perfectos
había pasado a mejor muerte
que esta

Pensé en las fotos con colores extraños,
el rock que dejó experimentarse
sin ningún tubo o local de ensayo

Los plátanos con clase,
lo ”Underground”,
la dulce Jane de pie
en una esquina

Hasta el domingo
se pinta de lunes
cuando quiere recordarnos
que cualquier tiempo pasado
fue mejor

Porque no mentías con eso de:
“You just keep me hanging on”
uno recoge lo sembrado

Pues la heroína no llevaba capa
ni nos salvó de la vida
y no, ningún hombre puede ser libre

Pero puedo afirmar sinceramente
que si algún día fui feliz
fue sin dudas por uno de esos días perfectos
de los que cantabas

Y que por suerte
-para ti-
la vida solo sirvió para morirse
aunque, a pesar de la muerte,
la chica de mis sueños
siempre bailará “Sweet Jane”

lunes, 7 de octubre de 2013

Banderas rotas


“Lo único que me molesta del viento es que agite las banderas” Batania Neorrabioso


Hoy te ví rota
yo estaba sentado
tú  mirabas por la ventana
con los ojos a punto llover
el viento lo movía todo
-todo-
menos la banderas

Lo mejor de las banderas
es que ponen color a las mentiras
lo peor de las banderas
es que no pueden abrigarte por las noches
y lo cierto es que eres la única patria
por la que me partiría el pecho
y la única que quiero abrigar
aunque sea a media asta

Y eso que los inviernos
vienen precedidos
de estas hojas rotas
que me caen de tus lágrimas
cada vez que escribo

Y eso que a pesar de todo sigues rota
y no tuve el valor
para arrimarme y decirte:
“Eres la jodida razón de este desastre”

Lo peor de las banderas
es que no tienen tu boca
y así no hay un himno nacional
que diga nada cierto

Lo mejor de las banderas
es que el viento no las mueve
como lo hace con tu pelo
y eso te hace ser mejor que cualquier patria
eso te hace ser mi mundo
y yo no quiero más mundos
que los que empiezan y acaban en tu sonrisa

Así que haz el favor, no vuelvas a llorar
que las lágrimas apagan el fuego
y aún nos quedan muchos incendios
-de esos nuestros-
para quemar de largo todas las banderas