domingo, 29 de septiembre de 2013

Ser, estar y lo que surja


Y al final la vida, nos enseño lo mismo  que las calles
No confíes en nada, no confíes en nadie
Todo se muere, todo se cae, todo es polvo:

Yo soy polvo
Tú eres polvo
El es polvo
Nosotros somos polvo
Vosotros sois polvo
Ellos son polvo

No hace falta demasiado viento para hacer volar al verbo ser
No hace falta mucho tiempo para dejar de tener la sensación de estar
Y solo son necesarios unos cuantos golpes para que te de igual qué parecer
No importan los adjetivos  ni los nombres que les pongamos, lo que nos marcan son las  acciones, son la sensaciones, son los verbos y más cuando se trata de estar y mucho más cuando se trata de ser.

De estar sin ti, de ser sin ti y aún así parecer que existo. Muero lentamente, luego existo, escribo luego existo y pobre de mí. Esta es la herencia de tus lunares, un lunático que vive en un cielo estrellado contra el suelo. Un suelo que vive cabizbajo mirando a tus estrellas. Un sinsentido, un desastre que creyó ser uno más cuando te tuvo entre sus piernas. Y qué bendición  escuchar tan de cerca gemir a los ángeles. Que crueldad recodar a lo lejos tu canción tu equipaje. Yo no lo llamaría estar,yo no lo llamaría ser, a esto yo lo llamo perecer.


Yo ya no quiero proyectos de vida, ni de ley, ni de hogar. Yo ya no quiero ser, estar ni padecer tu ausencia. Yo solo quiero sudar sueños, arañar el mapa de tu espalda hasta perderme, despertarme en las noches y ver que estás, eres o pareces. Y con eso basta. Con esto ya  no quiero enseñanzas de vida ni de calle. No quiero consejos de amigo ni de nadie. Con esto te quiero a ti y lo demás, sucedáneos. 

lunes, 23 de septiembre de 2013

Blues de la redención


 Todas las historias
acaban o empiezan en autopistas
donde se ven señales
que al final son adornos
de una civilización en decadencia

El sol alumbra sin sentido
corriendo por los kilómetros más sucios
del infierno (o del cielo)
dejando atrás demonios y soledades

Vuelvo a pensar en irme
por no pararme a entenderla (a entenderlos)
mi orgullo no es un ángel
ni un pájaro liberado de sí mismo
pero en días como hoy parecen brotarle alas

Aunque esta vez no me iré
voy a quedarme hasta el final
y que se apaguen las luces
y la música deje de sonar
es mi opción de rebeldía

Una barricada de sueños a la deriva
a los que me agarro en los  naufragios
a los que me someten tus lágrimas
solo un montón de sueños apilados
de los que tiro por las noches
mientras vuelvo a partirme el pecho por ti

Por que vuelvas aunque sea
en pequeñas gotas
de ese veneno sonriente
que me destroza poco a poco
por dentro

Me quedo con tu parte
mientras duermo
pero por favor “Despiértame
cuando acabe septiembre”
aunque suene un poco ridículo
y a canción fácil

Hazlo más pronto que tarde
para que no duelas
ni me des una razón más
para volver a vivir ( o morir)
en la carretera

Para no vender más
mi alma al diablo
en un cruce de caminos

Para que nada de esto pase
o pase todo, como tu pasas
a fuego por mi tripa y mis ganas
y nos digamos sudorosos
y ya calmados:
 “No te salves”
antes de volver a dejarnos el alma
en las cunetas de esta cama por civilizar



sábado, 7 de septiembre de 2013

Coños y Mariposas

Las mariposas de mi estómago son aún orugas, están muertas o simplemente me sobrevuelan en forma de gastritis…

Mira que me avisaron que no era la más indicada, pero lo cierto es que está muy feo señalar a la gente con el dedo, y yo de verdad, que cuando se trata de ella, soy todo un caballero

A decir verdad y siguiendo con el tema de las mariposas, es cierto que ella se compró (no me digáis donde) un caza-mariposas y cazó todas las que vio que me nacían. Con el fin, supongo, de colocarlas en una exposición dedicada a las primaveras muertas de los hombres  que, como yo, intentamos robarle algo más que un beso de la boca

Y yo como nunca supe acabar mis colecciones, decidí escribirle esto para que lo archive bien e incluso lo cuelgue en su portal a modo de esquela o de epitafio;
Dirá de mi orgullosa: “Hizo lo que pudo”
Otras dirán satisfechas: “Hizo lo que quiso”

Pero yo en realidad no diré nada
y tendré que volver a sacar un atisbo de fuego
de las cenizas que dejaron sus piernas

A quemar atardeceres
con mi hielo

A empezar a unir lo bonito y lo absurdo
que es decir “Te quiero”
cuando estás comiendo el coño equivocado

A pedir perdón y permiso
después del polvo
el permiso de después, recién encendido
para irme contigo (o sin ti)
pero no volver

Así mis mariposas se fueron muriendo, por no tener supongo, una flor donde posarse por las noches y entonces, solo entonces, pude llegar a julio entre otras piernas

Y decirle (Y decirme):
“Que las mariposas solo viven un día
y no están hechos los días para no dejarse posar
en otras flores”